Hay vida. 35 años después de estrenarse como el cantante italiano más trascendente de su generación, Eros Ramazzotti lanza un nuevo disco en el que trata de actualizar el sonido de su música y ponerse al parejo en ritmos más “contemporáneos”. Si en “Perfecto” (2015), Eros tuvo el atrevimiento (comercialmente fallido) de explorar gustos más personales sin abandonar su estilo, en “Hay vida” aparece el deseo abrupto de un aggiornamento que a la primera escucha puede hasta desconcertar. En todo caso, es la reacción al escaso reconocimiento que tuvo un intento acústico y con mayores referencias a su propio catálogo “clásico”.

El resultado es disparejo por momentos: el sonido disco, si bien no ha sido ajeno durante su carrera, no es su ambiente natural y mucho menos su fuerte. Existen también algunas canciones que lo lastran al pasado que supuestamente quiere abandonar. Claro, y esto ha de destacarse, un extraordinario artista como lo es el italiano puede darse el lujo de intentar algunas cosas (sin lograr redondearlas del todo) y aún así ofrecer un producto superior a la mediocridad imperante en la escena musical.

Es probable que lo mejor de este álbum sean las baladas, lo cual no podría extrañar a nadie. La verdad dicha, a pesar de que la temática amorosa sea “normalita” en Eros, la incorporación de nuevos sonidos, una instrumentación más electrónica y la impresionante colaboración de nuevos autores debería ser suficiente para callar las voces que dicen que hace “siempre lo mismo”. Esto último es también una anomalía en su larga carrera: la inclusión de canciones que no firma, una selección que ha resultado redonda.

CANCIÓN POR CANCIÓN

1.- Por el resto todo bien Para abrir, una canción con temática social como gusta a gran parte de la fanaticada ramazza, que además ofrece un arreglo electrónico muy llamativo. No trata de ninguna bandera en particular, sino que reflexiona lo normalizada que se encuentra la falta de solidaridad, entre muchos otros males sociales. Cuando alguien te pregunta “¿cómo estás?”, en automático respondes que “bien”… cuando muchas veces no es así. Presentes arreglos con unos coros característicos de Eros.

2.- Hay vida Si estamos acostumbrados a la autobiografía, habría que preguntarse de qué va esta canción en la vida real del italiano. ¿Hay problemas en el paraíso? ¿Se trata solo de un motivo musical? “Te juro desde ya que juntos otra vida es posible”. Un tema que habla sobre una relación que parece tener bache, donde hay que reconocer que algo aún perdura y puede salvarse.

3.- Vale por siempre Amantes que le ponen tiempo de permanencia a sus promesas de amor: serán eternas. Una canción dulce, dulcísima: por las palabras y por la tierna voz de Alessia Cara. Abre con un arreglo que coquetea al góspel, coros y chasquidos incluidos. Luego se transforma en una balada más moderna que lo que acostumbra el italiano. Atención, que esta es una jugada maestra: se trata de una artista anglosajona en la cresta de la ola, que acaba de ganar el Grammy a mejor revelación del año. Una colaboración mucho más relevante en el papel que algunas de los últimos años.

4.- Somos Descaradamente dance, es quizá una de las canciones mejor logradas del disco. Combina a la perfección la clásica temática romántica con un ritmo en su justo punto. “Somos la cosa más bella… somos tú y yo”.

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